domingo, 26 de junio de 2011

rareza

Lo sé, lo sé, tengo un examen en 7 horas, y ya que estoy despierto debería estudiar y no escribir por escribir.

“Dormiré cuando muera” bien, pues necesito morir un buen rato.

No me suelo plantear las consecuencias de la felicidad inmediata, es decir, si puedes ser feliz ahora sé feliz, y luego ya veremos, aunque a veces las cosas puedan ser más complicadas.

Contradicciones mujeriles sacadas a la luz por hombre sin sombrero.

RT1!

Últimamente pierdo la noción del tiempo, y vivo en horarios aún más raros si cabe.

Despertó sobresaltado, entre sudores, sin motivo aparente. Ella le miraba con mirada tranquila. Se revolvió para mirar el móvil, las 11 de la mañana, le hubiese gustado no tener nada que hacer y poder quedarse en la cama indefinidamente pero el deber le llamaba. Y es que se había endeudado fuertemente y tenía que ir a resolver ese tema. Si hubiese tenido todo el tiempo del mundo para disfrutar de no hacer nada y sólo estar tumbado al lado de ella, ¿hubiese disfrutado de eso? ¿o disfrutaba de eso porque sabía que no disponía de mucho tiempo?

Muchas veces escribo cosas partiendo de experiencias o pensamientos, o intentando sugerir algo(no siempre) pero pienso que realmente eso no importa mucho, si luego alguien lo lee y le otorga un significado distinto o lo que sea, no es realmente relevante lo que quisiese decir yo, al menos para esa persona.

Tengo que dormir, lanzo una pregunta al aire. ¿Moriríais sepultados bajo hormigón con alguien o algo que amáis mucho, es decir, moriríais en el momento más bello de vuestra vida?


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