miércoles, 31 de octubre de 2012

Poesía para tontos.

La poesía (del griego ποίησις 'creación' < ποιέω 'crear') es un género literario considerado como una manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa. Eso dice la Wikipedia, me parece bien, no lo discutiré ni lo comprobaré con otra fuente, me fío.
    
Muchos piensan (no tantos, en realidad) que la poesía está reservada para aquellas mentes románticas y creativas que tienen un don para la palabra. Discrepo (Me encanta esta palabra, algún día sabré lo que significa).  Yo no estoy de acuerdo con eso, escribir poesía es fácil y está al alcance de casi todos. La gente se cree que lo importante de la poesía son las palabras, que ellas transmiten emociones y sentimientos, pero como ya sabréis la gente es gilipollas. Si no lo sabíais es porque sois gilipollas, no os preocupéis. En realidad la poesía es como vuestra prima del pueblo, muy fácil.

 Para escribir poesía, lo primero de todo es conseguir un pergamino que esté quemado y arrugado por los bordes. Muchos de vosotros estaréis a punto de llorar porque no sabéis dónde conseguirlo, no es culpa vuestra, es culpa de la educación de éste país. Lo que podéis hacer, si no conocéis a ningún vendedor de pergamino quemado y arrugado por los bordes para escribir poesía, es comprar un pergamino normal (o robarlo, si vais mal de dinero) y quemarlo vosotros mismos. Al hacerlo puede que los bordes os queden demasiado negros, si os pasa esto compráis (sé que robareis) una goma de borrar y vais borrando hasta que quede a vuestro gusto.
 Una vez conseguido el pergamino quemado y arrugado por los bordes para escribir poesía tenéis que conseguir una pluma. ¿Vale cualquier pluma? NO. La pluma tiene que tener una historia detrás. Lo recomendado es que perteneciese a algún antepasado vuestro del que se sabe poco y todo exagerado, pero si la compráis, os la coméis y la cagáis, también vale.
 Lo siguiente es enamorarse muy fuerte. Enamorarse es fácil para todos ya que, como he explicado antes, la gente es gilipollas. La cosa es que no os podéis enamorar de cualquiera, debéis hacerlo de alguien que pase de vosotros. Esto es más fácil para los tíos que para las tías. Si tienes la trilogía de Star Wars remasterizada en DVD, lo tienes hecho.
 Una vez enamorados (muy fuerte) de una persona que pasa de vosotros, podéis hacer dos cosas, declararle vuestro amor y que os rechace, o directamente asumir que no tenéis nada que hacer. Yo prefiero que hagáis lo primero, lo grabéis y me lo enviéis, pero es sólo porque disfruto con el ridículo de los demás.
  Cuando estéis devastados por la imposibilidad de consumar, lo que tenéis que hacer es esperar a que llegue una noche de tormenta. "Qué estupidez" podréis pensar, pero ¿A caso alguien ha escrito alguna vez poesía en el desierto? No tengo ni idea. Además, en el desierto hay tormentas de arena, así que tenéis razón, pero esperad a que llueva y haya truenos, que así tiene más gracia. Si vuestro vecino se ha dejado los aspersores del jardín puestos y sus ronquidos hacen que tiemble el edificio, y además da la casualidad de que alguien saca fotos con flash, podéis intentar escribir, ya que se consigue un entorno aproximado al de una tormenta, pero lo más seguro es que acabéis escribiendo algo similar a una canción de Alex Ubago. Así pues, lo mejor es esperar.
 Cuando llega la noche de tormenta tenéis que pensar mucho en el desamor, en el dolor, en esa persona imposible que seguramente se estará tirando a alguien más atractivo que vosotros, aprovechando el ruido de la tormenta para que sus padres no le oigan. Una vez deprimidos os ponéis a escribir, lo que escribáis tiene que rimar. La rima asonante es cutre. Podéis dejar caer lágrimas de dolor sobre el papel y que se corra la tinta, pero eso puede ser demasiado vulnerabilidad junta. También se han dado casos de que se corra la persona que escribe, dejando caer lágrimas de placer sobre el papel, eso destroza todo el trabajo que habéis hecho anteriormente.
 Después de escribir la cursilada de turno enrolláis el pergamino (Si lo habéis escrito en un papel habéis muerto para mi) en un cordel, rojo, a ser posible.
 Luego guardáis esa poesía en un cajón durante años, hasta que décadas más tarde lo leéis y os reís de lo patéticos que eráis, o se lo entregáis a la persona que amáis y ella se ríe de lo patéticos que sois. Vosotros decidís.

 ¡Y ya está! Sois poetas, infelices que se expresan en un formato que ya hace muchos años que está obsoleto, si lo queréis llamar de otra manera.

Hasta aquí poesía para tontos, os he enseñado todo lo que sé (que no es mucho, aclaro, para los más gilipollas) sobre este noble arte, ahora debéis continuar solos, a través del bosque de palabras que es la poesía.