No hablo de la vie en rose, pero me apetece mencionarla en el título

Descubrí que la vida no era lo que creía un día normal de la semana, diría que era miércoles o jueves, pero no estoy seguro. Lo descubrí yendo hacia la cocina, seguramente porque tenía sed, caminaba por el pasillo y de golpe una duda apareció en mi, de repente, sin previo aviso, sin motivo alguno. De esto hará ya 4 o 5 años, o ¿quizás 3? bueno, de 2 y medio a 5 años.

Hoy ya no me sorprendo tanto con las cosas.

Descubrí que no era perfecto un día que mi padre me pidió que levantara el coche con el gato para cambiar un neumático y maté a nuestra mascota.

No es verdad, no es así como descubrí que no era perfecto, supongo que siempre he sabido que no lo era.

Segundas oportunidades, a veces la gente las merece, a veces las necesita, a veces son inútiles.

Descubrí que seríamos amigos cuando nos sentamos en una montaña de basura y nos reímos.

Mi madre me dijo un día que era guapo y me lo creí, descubrí que mi madre era una mentirosa poco tiempo más tarde.

Descubrí que quería ser Paul Mccartney cuando, de pequeño ,sin tener ni idea, cogía la guitarra que me había comprado mi padre, me ponía los Beatles e intentaba hacer el bajo y las voces agudas.

Descubrí que quería ser yo cuando empecé a usar la guitarra como guitarra y a escribir canciones sobre amor, alcohol, chicas y gente mediocre.

La primera semana en Lleida canté algo muy triste, de haber sabido que conocería a tanta gente fantástica me hubiese puesto a los Killers.

No he descubierto muchas cosas más, o ahora no me acuerdo, no me acuerdo el día en que me dí cuenta de que era “gunner” ni el día preciso en que me dí cuenta de que defendería al Pipa hasta la muerte, supongo que no son cosas tan importantes.

Bueno, descubrí que quería venir a Lleida a estudiar audiovisuales...lo he descubierto este año, antes sabía que tenía que salir de la Isla, pero nada más.

Un día estaba mirando una lluvia de estrellas (de meteoritos, no del programa de la tele) con mi hermano, tumbados en sendas hamacas al lado de la piscina, creo recordar que no hubo mucha acción, de hecho recuerdo estar este año borracho en medio del Sos en murcia, tumbado en el césped, y ver la misma cantidad de estrellas fugaces que ese día. El caso es que debió significar algo para mí, porque aún hoy recuerdo esa mierda de acontecimiento. Quizás aprecio tanto los recuerdos porque tengo una memoria terrible, lamentable, en el mundo de las memorias la mía debe ser Portugal.

JAJA, no sé por qué me meto tanto con Portugal, creo que lo he cogido de Berto, pero si nos han dado a Mou y a Cristiano! Qué grandes, sobretodo el primero. (A Valdano también le quiero).

A veces pienso que debería pensar en pensar antes de actuar.

Este año he conocido a gente más graciosa que yo (o a la par) a gente más egocéntrica que yo, a gente más talentosa que yo, ¡incluso a gente con las manos más frías que las mías!(pero no más bonitas).

Descubrí que era ateo cuando dejé de rezar para que la play station no se colgara. Era la mítica, ya sabía en que punto del juego se colgaba, así que cuando llegaba el momento me tapaba los ojos o miraba hacía otro lado, “por favor, si existes, que vaya bien” miraba, y nada. Hijo de puta. Pensándolo ahora veo que ya era ateo, porque recuerdo que le pedía perdón por no creer en él, por si existía, y en el caso de que hubiese existido tendría que haber pensado que hay cosas prioritarias para Dios que solucionar un problema con un juego de la play, la nintendo salió antes, cuestión de cronología.

Vuelvo al primer párrafo, ese día después de año y medio se me pasó por la cabeza que quizás ya no necesitaba lo que necesitaba antes, o que ya no lo quería.

Dudo que alguna vez vuelva a estar tan seguro de algo como antes de ese momento.

Las cosas han cambiado mucho, el entorno y yo.

A veces me gusta hacer faltas de ortografía aposta, y dejarlas por ahí, por el texto, o quizás digo esto porque no quiero revisar la ortografía porque tengo mucho sueño, cada uno que piense lo que quiera, y esa será la verdad.

¿No os gusta la idea de que creamos la verdad? Si existe “una verdad” no la creamos nosotros, pero en el hipotético caso de que exista, no importa tanto como nuestra ficción.