Se acaba el año y empieza otro, algo insignificante que sirve de excusa para emborracharse. Excusa para emborracharse, algo que no necesito. Fin de año, algo que no necesito. Lógica.
Todas las cosas tienen un principio y un fin, y sin duda los humanos debemos necesitarlo porque a lo que no lo tiene (al menos en la duración de nuestra vida) como es el caso del tiempo, somos nosotros quién lo dividimos y lo dotamos de principios y finales. Hay muchas maneras de dividir el tiempo. Años, lustros, tiempo que viví en esta casa o en esta ciudad, tiempo que estuve sin tener sexo, tiempo que estuve teniendo sexo, tiempo que estuve diciendo "nunca había acabado tan rápido".
No estoy en contra de celebrar el año nuevo, creo que en realidad es celebrar que estamos vivos, y estar vivo, para nosotros, gente que está en crisis pero no se muere de hambre, es algo que merece ser celebrado. Los propósitos de año nuevo son una falsedad, pero así de gilipollas somos, partimos el tiempo para emborracharnos hasta no poder más cada 365 días y prometernos que seremos mejores personas.
La vida es como una caja de bombones, la frase no estaría mal si lo hubiese pensado Forest, disminuido psíquico, pero era de la madre, mujer, dale más vueltas a la cabeza antes de hablar.
Así que en realidad me he puesto a escribir porque era el último día del año.
Hacer las cosas porque tienes que hacerlas y no porque quieres es la parte fea de la vida.
Seguramente no te lo haya dicho antes pero en noches como hoy cuando la gente le pide deseos al año que se aproxima, yo le suelo pedir que guarde lo bueno del año presente. Luego el pasado se queda atrás y muchas veces ni siquiera tengo tiempo o ganas para recordarlo. Aprecio lo que tengo. No quiere decir que no quiera nada más. Querer es poder pero no quiero poder, fama como mucho, pero poder ¿para qué?
Moriré entre vomito causado por una botella abierta por falta de auto-realización personal...a no ser que me saquen a la calle a bailar la vie en rose.
Ries, estás eufórico, te hundes en el sofa, los ojos te pesan y se caen, te humedeces los labios, miras alrededor, disfrutas y sufres, te angustias, cosas por hacer, te concentras en la música, te olvidas, piensas en la lejanía de las cosas y el frío, y coges el móvil y enciendes un radiador, buscas comida, encuentras agua, bebes, buscas comida, sientes la vida, ¿la vives?, ves una silueta que desprende ternura, quieres morderla, pero no está, tus manos la buscan, las caricias que no existen son las que más deseas, te quitas la sudadera porque las ventanas están cerradas, miras el móvil buscando algo nuevo, te hundes en el sofa, los ojos te pesan y te caes.
Para los que pretendían aprender algo de sexo y se han sentido timados por el título de la entrada y si alguno ha llegado hasta aquí, que supongo que no, me he informado en google, os dejo dos datos.
Ventaja 1: El sexo oral no depende de la erección y ayuda a controlar la eyaculación precoz.
Desventaja: Esos olores que pueden ser molestos.
¿Increíble verdad?
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