viernes, 20 de diciembre de 2013

Ya empezó

Recuerdo las imágenes nítidamente. Puedo ver tu rostro de concentración y el gesto de preocupación al darte cuenta de que habías cogido la salida equivocada. A mí no me importó porque no me molestaba ir por el camino más largo. Nos dió tiempo a escuchar el disco entero. Esas canciones que yo ya conocía antes de conocerte a ti me evocaban recuerdos pasados, pero tú desligaste esa conexión y ahora parece improbable que me traigan a la mente cualquier otra cosa que no sea ese viaje.

Recuerdo que me sentía bien, pero no recuerdo cómo me sentía. Parece que desde ese día no he podido parar de caminar hacía atrás y en círculos, rodeando tus labios, más lejanos a cada paso que doy. A menudo me encuentro con tu ceño fruncido, que ya no puede evitar juzgarme y busca huellas, pero no hay rastro de la dirección a seguir.

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