miércoles, 6 de junio de 2012

La banda sonora es lo mejor.

Me ahogo, no me ahogo. Me dueles. Te duelo. Estoy seguro.
Caminas. Me paro. Te paro. Me miras. Te miro. Té verde. Me callas. Me callo.
Camino. Me paras. Me paro. Te miro. Me miras. Me seta. Me callo.
Un paso de cebra. Esperas. Espero, espeso. Tu cara es un espejo, veo mi reflejo, gris.
Cruzo, Robinson, Jesus loves you more than you will know, wo wo wo.
Sigur Ros, acuchillas y cicatrizas, como las historias más dramáticas.
De repente optimismo, nunca estamos peor. Ahora la manipulación y la mentira tienen más éxito que el asesinato. Es un paso.
De repente lluvia en la canción, pero está seco fuera de la habitación.
Mosca asesina que surcas los cielos...vaya polo más feo lleva Manolo Lama.
Me duele tu pecho. Me expreso descafeinado. No cambio de cara, siento la expresión, no sé dónde me he dejado los otros ojos.
Si me ayudas a buscar...o te quedas a esperar. Despertar. Estelar. Obligados a pensar.
Pero ahí se encuentra la magia, en su ausencia.
¿Y el dolor? ¿no dolería también la ausencia de dolor?
No sonríes si estás triste. ¿Por qué sonríes si estás triste? No sabemos actuar.
Vale, ven. Súbete aquí. Y ves la ciudad. ¿Qué ves? Te ves a ti, en cada sombra, escondida detrás de cada luz. Cerca del centro, pero no lo suficiente para llegar a él. Lejos del centro, pero no lo suficiente para escapar.
Congelas la imagen, pero eso nunca ha pasado. Ahora para siempre guardaremos un recuerdo eterno de algo tan fugaz como el flash que nos ilumina.
El momento perfecto, y entonces... suena el anuncio de Spotify, y no cualquiera, el de opticalia. Con esa preciosa voz de Dani Martín, esa voz nada irritante. Es como si mezclases la forma de hablar de todos los personajes de Física y Química, el resultado es ese, Dani Martín ofreciéndote gafas en medio de un concierto, sin ni siquiera saberlo.
A veces duele, de una manera que no hiere.
Quedarte al lado, en tu lado.

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