domingo, 17 de junio de 2012

Anni me ha dejado sin Spotify!

Mientras observaba como dormías me acordé  de una canción, no recordaba la letra pero a veces la melodía habla por si sola.

Me dejaba llevar. Tu piso, extrañamente cómodo, era el final para esas noches de las que sólo recordamos algunos bailes. Vagando por las calles oscuras te encontraba, bien pasada la media noche y en mis peores condiciones. Sin prisa me parabas. Me subías a tu habitación con la única intención de hacerme saber que era bien recibido. Y con la tranquilidad de no saber si volverías a verme me decías que me largara, que no podía quedarme más, que tenías cosas que hacer.
Sin embargo, tu voz, débil en intensidad, contradecía tus palabras. Pero yo no pretendía nada. No me dí cuenta hasta más tarde de que los amaneceres te ablandan.

Total, que estaba escuchando esa canción en mi cabeza mientras dormías y me puse triste, pues nunca te volvería a conocer. Resoplaste como si fueses a despertar y yo fingí, o al menos exageré, una cara de enamorado que iba a ser lo primero que vieses esa mañana. Mi actuación fue en vano ya que me diste la espalda y seguiste durmiendo. Entonces te cogí la cartera y me fui a comprar croissants. Al volver me recibiste con una sonrisa y ojeras, y el coño al aire, y me dijiste que no tenías nada que hacer.

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